
Bajo este sugerente título, el profesor Luis Cortés Vázquez, honraba a la villa a través de un libro de poemas que merece la pena volver a leer. Si viajas a esta villa, no pierdas la oportunidad de subir al mirador del Torojón (o Torrejón). Lugar desde donde se domina toda la villa que, asomada sobre peñascos al Duero, se despide de su río que sigue serpenteando por los arribes hasta llegar, en pocos kilómetros, a Portugal. Foto cedida por @alex_val para Pueblos de Sayago
