En algunos casos, en vez de tener una cancela, el pastor retiraba y volvía a colocar las piedras cerrando así el cerco construido en piedra seca
Entre otros motivos, la inclinación de las piedras y su colocación en V era para que cuando esa cortina se utilizara como «encerradero» se pudiera tapar y destapar con facilidad. Para ello se utilizaba un espinero (espino) frondoso y seco, arrancado en el invierno, pues al no tener savia duraba mas sin «britarsele» (abrirse) las puntas.
En el portillo, el espinero se quedaba encajonado con el tronco hacia fuera que, para manejarlo mejor, se le solía dejar parte de su raíz. Sin embargo, para las ovejas, no se dejaba el portillo, si no la «gatera». ¿Por qué? Porque al ser las ovejas de raza churra sayaguesa, eran pequeñicas… y cabían por ese agujero con facilidad.

