Desde el 10 de abril hasta el 22 de junio en el horario de apertura del museo podrás disfrutar de la muestra de fotografías de Eduardo Almeida y Santiago Santos
Sayago es fotogenia pura. En palabras de Eduardo Almeida, la tierra que nos vió nacer es «dura y perenne como el granito«. Mientras que en otros lugares, el paso del tiempo ha sido borrado, Sayago conserva la autenticidad de un territorio casi inalterado, donde las generaciones que nos preceden, trabajaron por adaptar el territorio pero manteniendo su esencia. La exposición tiene una pinta excelente, merece mucho la pena visitarla. En este enlace tienes toda la información sobre la exposición y la visita al Museo de Zamora, ¿Te animas a visitarlo?
Diferentes motivos e intereses han hecho coincidir a Santiago Santos (Salamanca, 1964) y Eduardo Almeida (Zamora, 1985) en su actividad fotográfica en la comarca de Sayago.
Nuestra comarca es un espacio extremo, duro, de recursos naturales limitados y alejado de las principales rutas de comunicación que surcan el país. Su peculiaridad lo hace un lugar perfecto para buscar usos culturales antiguos.
Reseña de los autores
Eduardo Almeida entiende la fotografía como representación del medio físico, un ejercicio inserto en la tradición clásica de la práctica norteamericana del paisaje, que él replica manteniendo técnicas genuinamente analógicas y artesanales con las que el positivado fotográfico adquiere una importancia capital. Lejos de la anécdota, estos procesos que él mismo realiza se traducen en una elegancia pausada de las imágenes, con extraordinarias cualidades estéticas de contemplación ensimismada de la naturaleza, con la especial implicación hacia la montaña seca, sin transiciones con sus valores nítidos en los altorrelieves. Su mirada hacia vestigios de asentamientos en piedra, casi petrificada delatora de un entorno antiguo. Su mirada individualiza parajes de condiciones excepcionales, con frecuencia fuera del tiempo, compresionado en su proyección, que pertenecen a una experiencia estética e íntima.
Santiago Santos (Salamanca, 1964) asume la natural evolución digital de la técnica fotográfica en sus procesos de captura, posproducción e impresión de la imagen para atender elementos situados en el territorio, su recorrido y huellas. El resultado de su intervención en Sayago, incidida desde los conocimientos adquiridos durante los últimos años, transciende la recreación visual de los lugares y desvela la dimensión profundamente cultural, ecológica, de un paisaje que se inserta entre historias. Los restos de la ocupación humana y lugares con denominaciones pretéritas le marcan atmósferas. La dicotomía en el ciclo que rige sus imágenes, con estaciones y usos que se acantonan, se señalan en la distancia y en su evocación. Son una práctica fotográfica flexible, abierta, que se mimetiza con el paisaje y muestra una orientación singularmente afectiva hacia un medio estético y severo.
