Tras apenas año y medio desde su apertura, el proyecto impulsado en la villa sayaguesa ha sido distinguido con uno de los grandes galardones de los Premios de Excelencia Turística 2025, donde ha obtenido el Premio al Mejor Oleoturismo con Experiencia de Maridaje.

Este reconocimiento sitúa a Fermoselle —y por extensión, a la comarca de Sayago— en el mapa nacional del turismo experiencial, premiando su capacidad para unir patrimonio, gastronomía y divulgación en torno al “oro líquido” tradicional de los Arribes del Duero.
Una propuesta oleoturística que enamora a visitantes y expertos

El jurado ha destacado especialmente:
- la calidad de las visitas guiadas,
- la recuperación exhaustiva de la antigua almazara,
- la fidelidad con la que se explica el proceso tradicional del aceite en Sayago,
- y la experiencia sensorial de maridaje, que combina aceite local, productos de la zona y vino de la D.O. Arribes.
Un proyecto joven con una trayectoria meteórica

El Museo del Aceite abrió sus puertas en julio de 2024, tal como recogimos en pueblosdesayago.com en su inauguración (“Fermoselle abre sus puertas: un viaje sensorial por la tradición del oro líquido”). Desde entonces se ha convertido en uno de los recursos turísticos más visitados de la localidad, junto a:
- las bodegas subterráneas,
- el casco histórico,
- los miradores sobre los Arribes,
- y los vinos de la Denominación de Origen Arribes.
La combinación de patrimonio, gastronomía y paisaje ha permitido consolidar una oferta oleoturística única en Castilla y León, creando un producto turístico diferencial dentro de la provincia.
Fermoselle avanza como destino cultural y gastronómico
Con este premio, la villa sayaguesa reafirma su posición como referente rural en la comunidad autónoma. A lo largo de los últimos años, Fermoselle ha ido sumando iniciativas de alto impacto turístico, desde rutas guiadas por el casco histórico hasta catas de vino, festivales, exposiciones y eventos en colaboración con productores y artesanos locales.
El reconocimiento al Museo del Aceite refuerza esta línea de trabajo y aporta visibilidad a un proyecto nacido con un objetivo claro: preservar la memoria oleícola de la villa y convertirla en un motor de dinamización para el territorio.
