Cuando Ilegales sonó en Bermillo: el verano de 1986 en el que la música enamoró a Sayago

El fallecimiento de Jorge Martínez, alma y fundador de Ilegales, ha despertado una ola de recuerdos en muchos rincones de España. En Bermillo de Sayago, la noticia ha reabierto la memoria de una historia poco conocida fuera de la comarca, pero muy viva para quienes la vivieron desde dentro: en el verano de 1986, Ilegales actuaron en Bermillo.
La actuación formó parte de una de las programaciones musicales más ambiciosas que recordó el pueblo, impulsada desde la entonces recién inaugurada discoteca Gnomos, uno de los espacios culturales y de ocio más influyentes del Sayago de los años ochenta y noventa

Un sueño llamado Gnomos

Uno de los protagonistas de aquella etapa fue Esteban Hernández Moralejo, uno de los socios que pusieron en marcha la mítica discoteca. Lo recuerda con claridad:

Nos dieron 500.000 pesetas. Era el verano de 1986. Fue una apuesta fuerte. Perdimos dinero, pero lo vivíamos con ilusión.”

Gnomos nació coincidiendo con las fiestas del pueblo, en un antiguo salón de cine reconvertido en sala de baile. Con los años, aquel espacio terminó siendo símbolo de una época dorada en los pueblos de Sayago: años de orquestas, conciertos, discotecas llenas, bares a rebosar y noches interminables.

Un cartel de lujo en plena España rural

Aquel verano Bermillo acogió actuaciones que hoy parecen imposibles para una villa rural:

  • Ilegales
  • Hilario Camacho (“Tristeza de amor”)
  • Karina
  • María Jesús y su acordeón
  • Los Payasos de la Tele
  • Luis Lucena
  • Dos grandes orquestas (una en la plaza de toros)

Todo ello en el contexto de unas fiestas que, según recuerdan, hicieron coincidir con la apertura de la discoteca para crear un auténtico acontecimiento social en la comarca.

Trajimos grupos grandes. Luego de ahí, alquilábamos escenarios, montábamos instalaciones…

Una época que vive en la memoria de muchos sayagueses

Gnomos funcionó durante 31 años, hasta que cerró en 2017, como tantas discotecas rurales que fueron desapareciendo con el cambio de hábitos, la emigración juvenil y el envejecimiento de los pueblos. Cuenta Moralejo con nostalgia…

«fuimos de las últimas discotecas rurales en cerrar, previamente en Benavente, Toro, La Misión en Zamora… fuimos desapareciendo»

Anécdotas no faltaron: desde gente subiendo al escenario a deshoras, hasta una sandía estrellada en plena barra del Pinilla. Momentos que hoy son historia, pero que entonces eran pura vida.

De Bermillo a formar parte del mapa musical español

Esteban, paralelamente a la discoteca, acabó dando apoyo a muchas actuaciones en la zona noroeste de España. Nos cuenta en una conversación telefónica que «a raíz de actuar Manolo Escobar, nos contrató el montaje del escenario». Un escenario ovalado, único en su época sobre el que desfilaron primeros espadas como Joaquín Sabina, Amaral, Marta Sánchez, José Mercé, Los Inhumanos y el propio Manolo Escobar.

Nosotros nos encargábamos del montaje y nos daban la concesión del bar, qué es en lo que sacábamos las perras, añade Esteban

Jorge Martínez e Ilegales: una huella que también pasó por Sayago

Con la muerte de Jorge Martínez se va una figura clave del rock español, pero en Sayago queda una certeza:

Ilegales también sonaron aquí.
También dejaron huella en Bermillo.
También fueron parte de nuestra historia.

Porque la cultura no solo habita en grandes ciudades.
También pasó, una noche de verano, por Bermillo de Sayago.

1986, justo este verano se cumplen 40 años, ¿Y si hacemos una fiesta para conmemorar las bodas de Rubí de la Gnomos de Bermillo? Ahí lo dejo…

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