Durante los meses de verano, se recogía el cereal. Se hacia de forma tradicional segando con la hoz y usando dediles, colocados en cada dedo para evitar cortes.
La estampa después de un duro día de siega era ésta:
Después de haber realizado todos los manojos, atados y bien atados se cargaban en los carros para llevarlos a la era, donde se almacenaban en distintos montones llamados parvas. Una vez almacenados se iban deshaciendo y se comenzaba a trillar de forma circular.
Esta estampa típica se ha ido perdiendo por la mecanización del campo, pero aún quedan algunos agricultores que, fieles a las tradiciones, mantienen estas costumbres.