A finales del año pasado, Inés Marcos Romero, descendiente de Almeida de Sayago, nos envió este poema que escribió en una breve estancia en la localidad. Nos gustó tanto que decidimos publicarlo…
Dos linternas oscuras
desafían a la niebla
buscando en las alturas
el verdor fugaz,
el verdor de primavera.
Mas el Otoño melancólico
ha sacudido ya las copas
y ha arañazo los brazos
despojándolos de sus hojas.
Camino, sepultados mis pies
en holocausto otoñal,
húmeda y fértil esencia
del renacer primaveral.
Camino, yertos nuestros cuerpos,
dándoos desde mi corazón
savia nueva, anhelo de Sol
y de libertad.