Nos cuenta Elvira desde Gáname que la Rivera de la Mora baja atiborrada de agua antes de despeñarse entre las enormes rocas de los viejos molinos.
Y en su Instagram, ha colgado unas fotos preciosas. Hechas desde el Puente del Cura


El arroyo continúa hasta el Duero dejando a un lado al viejo fresno que se yergue desnudo tras un duro Otoño a la intemperie… un árbol que simboliza mucho en muchas culturas. Por ejemplo, para los griegos representaba la fuerza y ahuyentaba a las serpientes. En la cultura germánica era el eje del mundo y se creía que todo ser vivo descendía de él. Para los escandinavos el fresno es inmortalidad y punto de unión entre los tres planos del cosmos. Para Elvira, que es de Gáname – de toda la vida – pero ha vivido muchos años fuera, el fresno es el amor, el amor por una tierra, a veces fría, a veces maltratada, a veces vacía… pero que guarda secretos que TODOS debemos empezar a conocer.