Sea el mes que sea, la estación que sea… cuando comienza a caer el Sol, la luz del ocaso nos ofrece estampas bellísimas de nuestra tierra.
A veces, por las labores cotidianas, obviamos que, cada día, el astro rey se esconde y da paso a la noche, gélida, silenciosa… la luz, esa luz, a veces sólo dura minutos, segundos… pero si la captamos, el recuerdo no se borrará NUNCA de nuestras retinas.
