El paraje de María Martín acogió actuaciones musicales, monólogos, relatos cortos y como colofón, un carrusel de chistes
Bermillo es un pueblo con talento. Vecinos de plantilla y veraneantes, convocados por La Mayuela se reunieron anoche junto a la antigua infraestructura que llevaba el agua a las casas de Bermillo. Forman parte del conjunto un depósito elevado y dos más bajos, uno de ellos con forma de haba con espacio suficiente para acoger exposiciones. Estos depósitos dejaron de tener su función a mediados de los setenta del siglo pasado. ¿El motivo? La construcción de una infraestructura más moderna en la ermita de Gracia y posteriormente en Carbellino.










Así, el público pertrechado con sillas y mantas, y los artistas, con guión o sin guión, fueron pasando por el escenario improvisado para cantar, contar anécdotas, recitar un poema, hacer un monólogo… una noche distinta, donde el pueblo es protagonista, demostrando, una vez más que la cultura no es algo accesorio, sino un hecho vital y ligado de manera intrínseca a la vida humana. Para muestra, el confinamiento de marzo y abril de 2020. ¿Se imaginan haberlo pasado sin libros, cine, teatro o circo? Por esa (y otras muchas razones) miembros de la Mayuela y vecinos de la localidad hicieron hincapié en la necesidad de convertir la zona de María Martín en un lugar de encuentro cultural. Sería una forma de que las instituciones devolvieran al pueblo de Bermillo y a la Mayuela en particular, el esfuerzo desinteresado que realizan por mantener vivo su pueblo.