La carta abierta de Javier, hijo de Emilio Tejedor Fuentes, sayagués asesinado por ETA

Natural de Fresno de Sayago, fue asesinado en la plaza de la Cruz Verde de Madrid por un coche bomba activado a distancia por miembros de la banda terrorista

Fuente: COVITE

Querido Padre, hoy es uno de los días más tristes de mi vida… Así comienza la carta de Javier Tejedor Prieto, único hijo del capitán de infantería sayagués fallecido el 6 de febrero de 1992. El motivo de su carta es la puesta en libertad de uno de los responsables de la muerte de su padre cuyo único delito era ir a trabajar, como cualquier persona de bien de este país.

Y continúa:

Papá, quiero contarte que no hay día que no me acuerde de ti, de la ilusión que tenías por darme la mejor educación posible, por enseñarme los valores que debían guiar mi vida, por enseñarme a trabajar, luchar y perseguir con honradez y tenacidad los objetivos que me marqué en la vida. Gracias por enseñarme a tratar de ser una persona honesta y lo mejor posible en todo momento. Gracias por enseñarme que ante las dificultades de la vida hay que apretar los dientes y tirar para arriba. Muchas veces he soñado en otra vida en otro mundo, pero siempre a tu lado

Emilito, como te llamaban tus amigos, te diré que los de verdad no se han olvidado de ti y te tienen muy presente. No puedo decir lo mismo de tus jefes, de tus compañeros de la institución que tanto te gustaba representar y de la cual estabas muy orgulloso, porque salvo una placa y algunos actos castrenses cada 5 años poco más se han preocupado de nosotros. Tampoco quiero decirte, para que no te enfades, frunzas el ceño y bajes las gafas para mirar por encima de ellas, el nulo caso y respeto demostrado por las instituciones gobernantes de este país y sus socios, que en lugar de poner en valor la memoria, tu dignidad y la del resto de víctimas de los asesinos de ETA y luchar para que se haga justicia y se cumplan íntegramente las condenas, están más interesadas en tapar la infamia, olvidar a las víctimas y liberar a los terroristas como el malnacido cobarde que te mató. Sí, ese “pobrecito miope” que tenía la vista muy agudizada para apretar el detonador de la bomba que te mató pero que no tiene el valor para enfrentarse cara a cara a los familiares de sus víctimas.

Papá, me revuelvo de rabia porque no sé cómo contarle a mis hijas (tus nietas) aquellas que nunca te pudieron conocer que en el día de hoy los que gobiernan el país que estabas orgulloso de representar y defender, autorizan y giran la cara para otro lado ante los homenajes (aunque ya nos los publiciten en voz alta) que va a recibir este personaje siniestro por acabar con tu vida y la de tus compañeros, así como con la del hijo del Coronel Carrasco. Papa se me romperá el corazón al explicarlas que van a liberar a todos aquellos que hicieron el mal y que como a ti asesinaron a inocentes a cambio únicamente de poder seguir mandando

En fin, papá, solo te digo y te prometo que voy a seguir luchando por preservar tu memoria, por defender la dignidad de tu persona y la de todos aquellos que como tú fueron asesinados o heridos y para que se haga justicia y quede claro a esta sociedad y a este gobierno, que eran ASESINOS y que deben cumplir íntegramente las condenas y que en la memoria de este país quede vuestro recuerdo y homenaje.

Lucharé con coraje y pasión contra el blanqueamiento de los verdugos que te asesinaron y para que en el relato histórico que debe perdurar para las siguientes generaciones, se sepa que había un grupo de asesinos que mataba a sangre fría y por la espalda o a distancia a sus víctimas y que su acción era injustificada y malévola. Los que te mataron fueron, son y serán ASESINOS, a pesar  de que lo quieran disfrazar desde el gobierno de este país; la VERDAD es única y se debe conocer.

Ya sabes querido padre que te quiero mucho y no hay día que no me acuerde de ti, echo de menos tus consejos y tu abrazo de padre, y sobretodo que tus nietas no hayan podido disfrutar de ti y haber recibido tus consejos sabios y tu lección de vida constante.u muerte no fue el final pues tu legado perdura y perdurara y aunque el adiós fue muy doloroso siempre brillara tu luz en mi corazón y en la de tu gente.

Firmado: Francisco Javier Tejedor Prieto

Placa Homenaje a los fallecidos en el atentado de la Plaza de la Cruz Verde / Fuente: tejedorprieto en IG

Junto a Emilio Tejedor, viajaban en el vehículo el soldado Francisco Carrillo García, los capitanes Juan Antonio Nuñez Sánchez, Ramón Carlos Navia Refojo y el funcionario de Correos Antonio Ricote Castillo. Una placa recuerda el atentado junto a la calle Mayor de Madrid. El cuerpo de Emilio Domingo Tejedor Fuentes descansa eternamente en el cementerio de San Miguel de Fresno de Sayago.

Fuentes para la elaboración de este artículo:

Un comentario

  1. Los que le conocimos, aún siendo anónimos hoy, no nos olvidamos de el. Hice el servicio militar con un hombre integro y una gran persona. Además de un gran profesional de inteligencia reconocida. Siempre estará en mi recuerdo.
    Mis respetos a sus familiares y allegados .

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