Pa los rapaces y maestros comienza el último trimestre ¡que no es muy largo no! y pa los labradores, que ya llevan una temporadica liaos, se acercan unos meses trabajosos y otros un grado mas que trabajosos, «apuraos».
Pasaron la Semana Santa y la Pascua Florida…
Ya canta el cuco a » to meter » el morujo se «ha salido» y por el amarguino no se pue comer, ya no gusta. Empiezan a verse las primeras «acedas» chiquiticas, pero ahora al principio, es cuando mas ricas están.
Se me ha ocurrido, que podía ser por estas fechas cuando estuviera ambientada esta escena, convertida en chascarrillo, pero que a mi, «maldita la gracia que me haz«.
Y dice, mas o menos así:
Al colegio de la villa llevó a un hijo un LABRADOR diciendo:
-Vengo con este tunante, tocante a su educación.
-¿Sabe leer?
-Ni una letra.
¿Escribir su nombre?
-No.
-Entonces amigo mío, como el trabajo es atroz, me dará usted 12 duros por todo.
-Ca, no los doy, en igual precio me venden un burro.
-Pues lo mejor será que compre usted el burro, y con este tendrá dos.
El cuento «bien traído» está, pero a mi siempre me dió que pensar, ¿porqué coj… tuvieron que ser los protagonistas un LABRADOR y su hijo? ¿No podía ser un picapedrero? ¿Un leñador? ¿O un herrero mismamente?
Se lo pregunté a mi padre, que era herrero ( y LABRADOR también) y me dijo: pues yo no sé decírtelo, pero déjate que cuando pase por aquí el que escribió el cuento le he de preguntar.
-Papa, ¡pero si el cuento viene en el Parvulito!
Bueno ¿y qué? El que que lo inventó «suel» pasar por aquí, poco, pero alguna vez sí.
SALÚ A TODOS! José Vicente de Villamor y otro de sus chascarrillos
Y una anécdota para terminar:
Muchos no habréis oído el término SILABARIO.
El primer SILABARIO se empezó a manejar en la enseñanza española en 1825 y como su nombre indica se utilizó para enseñar a los niños los distintos sonidos de vocales y consonantes juntas, las sílabas.
