La villa está desolada por el fallecimiento de Aurora, una mujer muy querida.

Antonio, en su blog de Libertad Digital, recuerda a su vecina (pared con pared con la casa de su niñez y a la que suele regresar en vacaciones). En su artículo, señala los detalles que Aurora tenía con su familia en verano, siempre presta a regalar unos tomates de temporada, huevos o leche de cabra.
Cuenta además la historia del almendro, nacido de entre las peñas:
Mi pueblo está en un berrocal de peñas, abismos y cielos. Nuestras casas comparten pared, y la calle la cubre una lastra donde sólo nacen el musgo y los líquenes. Pero hace unos años surgió de una de sus grietas el brote de un almendro.
Un almendro precioso, que florece en febrero y que su vecina cuidaba… pronto se le sumó una parra, preciosa, que cubre las dos fachadas, la de Antonio y la de Aurora.
Tierno recuerdo para una gran mujer, Descanse en Paz
Enlace del artículo de Antonio Robles en Libertad Digital: