
Nos comenta Vicente que este bonito lugar está en la Avenida de la Cuyalina, por el lado de la Fuente Concejo, frente al «güerto» de Juan Antonio Marino… ahí queda! Para los que queráis acercaros, la mejor época para visitar este «callejo» es otoño e invierno.
Sus piedras y cincones en un desbarajuste ordenado, a veces pintadas de añil, a veces de verde, miran pasar unas a los que van pal barrio Abajo y otras a los que van pal barrio La Fuente.
Antes miraban también para unos huerticos bien » laboriaos » de los de pozo pila y cigüeño, y pa un puente estrecho y con tallas, pero entrañable. Hoy miran pa unos huertos «plagadicos» de zarzas y pa las trozas amontonadas del puente destruido.
Y añade
La Cuyalina es un cañaleto de no más de un metro de ancho y 100 de largo que une dos calles de Villamor. Facilita la entrada a pie a los prados de alrededor, acorta la distancia entre dos barrios y por el subsuelo pasa un tubo de desagüe. Era sitio apropiado para esconderse en juegos de policías y ladrones en los años 60 /70 y otros juegos que ahora no viene a cuento mencionar.