En caso de una crisis sanitaria, las reglas son claras. Hay que respetar el confinamiento para evitar la propagación del virus, salir lo mínimo imprescindible de casa y respetar las normas de higiene básicas.
Ya lo decíamos el pasado 12 de marzo, en este tipo de situaciones, conviene aprender de nuestros mayores. Que pasaron la gripe de 1918, la guerra (tremenda) y la aún más dura posguerra. Mayores, que según nos cuentan, están respetando el confinamiento, limitando al máximo sus salidas y recibiendo ayuda de vecinos y familiares para aprovisionarse de los bienes básicos.

Por eso, y por solidaridad, los que vivimos fuera, debemos evitar los viajes innecesarios. Que sí, que muchos hemos empezado obras, que tenemos ganas de dar un paseo por el campo, sacar la bicicleta, arreglar esa pared…
A todos nos está siendo difícil no viajar a Sayago en Semana Santa, para disfrutar de las procesiones, la celebración de los oficios, los pinchos, ir a la carnicería a comprar embutido, quesos, saludar a los amigos y disfrutar del ambiente… pero, de verdad, podemos esperar... a que todo esto pase… ¡¡¡No seamos cafres!!! Tengamos sentido común, porque, ahora, defendemos a los nuestros de la manera más simple, quedándonos en nuestra casa… ya tendremos oportunidad de disfrutar de estas maravillas…

Un Gran Articulo. Lleno de civismo y responsabilidad.
No soy capaz de entender por que no nos quedamos en casa.
Mi Familia y Yo llevamos sin salir desde el 13 de Marzo. Y desde luego nuestro pensamiento es: que esto pase cuanto antes y con las menores consecuencias posibles.
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¡Así debe ser! ¡Mucho ánimo! Un abrazo
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