Nos cuenta Elvira, desde Gáname…
La recolección está en pleno apogeo. Las fincas están repletas de «rulos» de forraje seco, listos para ser almacenados.
Serán el alimento base de los rebaños de ovejas y ganaderías de vacas en los duros meses del invierno. Este año la cosecha es abundante, lo cual aliviará la siempre justa economía de los ganaderos sayagueses.
Rulos y paredes de piedra seca, el curioso contraste entre la modernidad y las ancestrales cercas de piedra típicas de Sayago. Y todo coronado por el magnífico cielo de un azul intenso, hoy poblado de nubes.
Un regalo para los aficionados a la fotografía y a la pintura.
